jul20 Cómo sobrevivir a los entrenamientos de running en verano: consejos y pautas para el calor.

Ahora que estamos en época estival, seguro que habéis comenzado a notar los efectos del calor durante los entrenamientos, y en la mayoría de las ocasiones habrán sido sensaciones desagradables. No podemos evitar la humedad y el calor y además tenemos que tener en cuenta que también pueden estar presentes el día de la competición, pero debemos de tratar de poner todas las medidas posibles tanto durante los entrenos como durante la competición para que nuestro cuerpo sufra los menos estragos posibles y así, conseguir que esté más habilitado para asimilar la carga que le corresponde en cada sesión.

Cuando hacemos ejercicio el cuerpo tiene una respuesta termorreguladora, nuestros músculos generan una importante cantidad de calor durante el proceso de contracción muscular. Así que como consecuencia aumenta la temperatura del núcleo de nuestro organismo, cuando la temperatura del ambiente es más elevada de lo normal, se produce un mayor estrés térmico. Al hacer ejercicios en ambientes calurosos se produce una demanda competitiva entre los músculos que están activos  y la piel en relación al flujo sanguíneo. Los músculos requieren oxígeno para seguir activos y la piel necesita sangre para facilitar la pérdida de calor y poder mantener la temperatura normal en el interior de nuestro cuerpo. Mediante la sudoración perdemos mucha agua y minerales, llegando a deshidratarnos con lo que se puede experimentar una sensación de fatiga muy exacerbada como consecuencia de un aumento de la frecuencia cardíaca. Una pérdida del 12% del agua corporal total puede llevar a una situación vital arriesgada:

A continuación os damos una serie de consejos para minimizar la sensación de calor y la pérdida de agua corporal durante el ejercicio:

  • Debemos evitar las horas de más calor; sobre todo las horas centrales del día. Lo ideal es entrenar a primera hora de la mañana o al final del día.
  • Es fundamental reponer líquidos y sales minerales: es imprescindible llevar agua con nosotros o asegurarnos que durante el recorrido tendremos fuentes para refrigerarnos,  como mínimo. debemos beber 500 ml de agua cada hora y es aconsejable llevar pastillas de sales minerales.
  • Debemos ir vestidos lo más ligeros posibles, poca ropa y que transpire, a ser posible de color blanca o claros.
  • Protegernos lo máximo del sol; tanto con gorra y gafas como con protección solar.
  • Buscar un recorrido que en su mayor parte tenga sombra.
  • Es aconsejable refrescar el cuerpo con agua cada cierto tiempo, si encontramos una fuente remojarnos la cabeza, por ejemplo.
  • Para mitigar la sensación de calor, un método muy efectivo es llevar algo frío en las manos, como puede ser un cubito de hielo.
  • Adapta tu entrenamiento, si no tienes buenas sensaciones, no lleves tu cuerpo al límite, baja la intensidad y/o el volumen y seguro que encontrarás otro día con las condiciones más favorables.

Este verano muchos de vosotros tendréis que hacer un gran esfuerzo para poder completar los entrenamientos programados para vuestras competiciones en otoño, os pedimos que hagáis un pequeño esfuerzo y entrenéis con prudencia, cumpliendo en la medida de los posible con todos estos consejos.