abr12 [PODCAST] - Cómo retomar los entrenamientos después de una lesión

EPISODIO Nº20: Hoy hablamos de cómo retomar los entrenamientos después de una lesión.

Antes de nada, tenemos que identíficar por qué nos hemos lesionado. Muchas veces cuando comenzamos a sentir un dolor entrenando, el cuerpo nos avisa de que tenemos que parar. Tenemos que escuchar el cuerpo, no es normal entrenar con dolor y tenemos que analizar a qué es debido este dolor o lesión.

Una vez hemos entendido qué nos pasa y por qué nos hemos lesionado y empezamos a recuperarnos de una lesión, deberíamos prodeceder de la siguiente manera:

-Readaptación o vuelta a los entrenamientos de la mano de un profesional que nos guiará con las cargas, intensidades, volúmenes y ejercicios más adecuados y con la progresión más indicada. Es necesario invertir tiempo haciendo trabajo compensatorio de los músculos o puntos débiles que nos han desembocado en la lesión. Debemos poner aquí el foco y trabajar mucho un trabajo físico de base.

-Ponernos objetivos a largo plazo. Si nos ponemos un objetivo cercano, seguro que aceleraremos las fases de recuperación y romperemos la progresión adecuada, condensaremos mucha carga en poco tiempo y correremos el riesgo de recaer.

-Hacer trabajo de base de fuerza. Entrenamiento integral del cuerpo. Crear unas condiciones físicas buenas sobre las que poder ir evolucionando en intensidades y volúmenes. Sobretodo para evitar futuras lesiones.

-Empezar con cargas bajas: No podemos retomar los entrenamientos tal como los dejamos. No sentirse mal porque estamos haciendo un trabajo diferente o menos intenso que los compañeros. Ir de menos a más y evolucionar de forma gradual nunca falla.

-A medida que nos vamos sintiendo bien, no olvidarnos del trabajo compensatorio y de fuerza. Es algo que siempre tenemos que seguir entrenando, más o menos, pero nunca dejarlo.

-Pocas competiciones en el horizonte. Competir con mucha frecuencia y sobretodo hacerlas al 100% tiene muchísimas probabilidades de lesionarse o recaer. El cuerpo, los músculos y nos tendones no están preparado para asimilar tantas competiciones o intensidad y nos sobrecargamos. Tenemos que elegir bien qué competiciones queremos hacerlas al 1005 el resto estaría bien tomárnoslo como un entrenamiento.

-Hacer entrenamientos transversales:Podemos utilizar otros deportes para seguir mejorando base aeróbica evitando impacto que suele ser lo más dañino. La suerte del triatlón es que acumulamos mucha carga nadando o en bici. Son maneras muy válidas para trabajar la capacidad aeróbica y reducir los kilómetros más agresivos para nuestras articulaciones.

-Evitar o reducir el estrés mental: Estar situación de estrés aumenta de forma considerable las probabilidades de lesionarte o de recaer. No es fácil evitar el estrés, pero no podemos ignorar esta vinculación físico-emocional. Debemos buscar métodos que nos ayuden a estar relajados o adaptar los entrenamientos a tu nivel de estrés diario o semanal. Tenemos que tratar que los entrenamientos no incrementen nuestro nivel de estrés y disfrutar la actividad física.