oct23 Afrontamiento de la lesión

A lo largo de nuestra vida como deportistas, sufrimos lesiones que pueden interferir en mayor o menor medida en nuestra carrera. Podemos sufrir lesiones que apenas interfieran en nuestra actividad deportiva, o por el contrario sufrir lesiones que nos aparten durante meses de nuestro deporte, incluso que hagan peligrar nuestro futuro como deportistas.

A continuación, os explicaré como nuestras emociones influyen en el proceso de recuperación de la lesión. Un buen proceso psicológico puede marcar la diferencia entre una buena recuperación o una rehabilitación problemática que nos haga sufrir más de la cuenta.

Las emociones que se generan tras sufrir una lesión son las siguientes:

Negación: Podemos negar la situación «no es tan grave», «no voy a dejar de entrenar por esto».

Esta reacción puede ser la respuesta inicial a una lesión que no nos esperamos para nada, que llega en el momento más inoportuno… no queremos creer que de verdad nos está pasando esto.

Ira: La reacción de ira, de rabia ante la lesión, ante la situación que nos toca vivir es de las más habituales. Nos enfadamos con la mala suerte, con el destino que nos ha tocado vivir y pensamos ¿Por qué a mí?, ¿Por qué tengo tan mala suerte?

Tristeza y depresión: Cuando la lesión es grave y realmente somos conscientes de la situación y del tiempo que nos mantendrá apartados de la competición podemos sufrir esta reacción de tristeza y desesperanza. Nuestro estado de ánimo cae por los suelos, es una reacción negativa pero muy habitual e incluso necesaria para pasar el mal trago.

El problema viene cuando nos quedamos enganchados en esta tristeza y no podemos salir de ella, ya que nos va a impedir luchar por una pronta recuperación. Nos hará sufrir las consecuencias de la lesión mucho más intensamente y nos dejará más incapacitados para la rehabilitación.

Aceptación y reacción: Una vez pasado el mal trago, de haber expresado nuestra tristeza y nuestra rabia inicial, debemos aceptar la situación que nos ha tocado vivir. Sólo aceptando que las lesiones forman parte de toda carrera deportiva podremos empezar a trabajar al máximo en la recuperación.

Lo más importante es buscar la recuperación más inmediata posible, cumplir todas las indicaciones médicas y hacer el trabajo de prevención lo más rigurosamente que podamos para prevenir posibles recaídas.

Y es aquí donde entran en juego las estrategias de afrontamiento que utilizamos para recuperarnos, es decir, qué decisiones tomamos y cómo actuamos ante la lesión. Os explicaré qué tipos de estrategias de afrontamiento tenemos a nuestro alcance y una frase que los defina:

  • Centrarse en las emociones y desahogarse: me altero y dejo que mis emociones afloren.
  • Aceptación y crecimiento personal: acepto que esto ha pasado y no se puede cambiar.
  • Refrenar el afrontamiento: demoro hacer algo hasta que la situación lo permita.
  • Negar la lesión:  me niego a creer que ha sucedido.
  • Búsqueda de apoyo social: intento conseguir consejo de alguien sobre qué hacer.
  • Consumo de alcohol o drogas: utilizo alcohol o drogas para ayudarme a superarlo.
  • Humor: Hago bromas de la situación
  • Religión: Rezo más de lo habitual

Un estudio realizado en el Hospital Universitario Dexeus con una muestra de deportistas que han sufrido una lesión demuestra que una mala gestión de las emociones desarrolla sintomatología depresiva, ansiedad, somatización, hostilidad y pensamientos paranoides.

Una mala gestión de las emociones también se asocia con síntomas depresivos, que podría ser una respuesta emocional secundaria a la restricción de actividades físicas regulares que, además, prolongan el tiempo de recuperación.

Los investigadores afirman que es igual de importante el control emocional que la capacidad de mantener la concentración, autoconfianza, planificación y análisis. Y, como dato interesante, afirman que las mujeres utilizan la estrategia de afrontamiento centrada en la emoción con más frecuencia.

En definitiva, un mal uso de las estrategias de afrontamiento puede desencadenar diferentes síntomas que agraven la situación de la lesión deportiva y nos hagan tomar decisiones que pueden, incluso, volver a provocar una lesión.

NOTA: Si quieres saber un poco más sobre el tema, no te pierdas el WEBINAR sobre Las estrategias para afrontar las lesiones

Andrea Doreste

Psicóloga deportiva