nov16 Correr en cinta ¿sí o no?

Una duda muy frecuente entre runners es si hay diferencia entre correr en cinta o al aire libre, si es mejor una que otra. Para ello, vamos a resumir las características que nos ofrece correr en cinta y después haremos una valoración

  1. Menos esfuerzo; cuando corremos en cinta, el tapiz se va deslizando de forma mecánica sin que tengamos que aplicar tanta fuerza muscular para impulsarnos.
  2. Por otro lado, estamos corriendo en un ambiente cerrado, en plano, en terreno regular, sin viento etc, hecho que también puede ayudar a ahorrar más energía corriendo.
  3. La cinta es una superficie dura, es más agresiva que la tierra o la hierba para nuestras articulaciones, pero en cualquier caso no lo es tanto como el asfalto o el tartán. Se trata por tanto de ir combinando diferentes superficies e intentar acumular más kilómetros en tierra o hierba
  4. Al estar limitados por el espacio que ocupa el tapiz, en algunos casos puede verse alterada la longitud de la zancada, puede suceder que se aumente la frecuencia, al producirse una disminución de la longitud. En atletas que tienen la frecuencia muy baja, sería una forma de trabajarlo.
  5. No encuentras tanta ventilación como al aire libre, por tanto corriendo en cinta se puede acrecentar la deshidratación. Habría que tener en cuenta este aspecto cuando vayamos a entrenar e hidratarnos en mayor medida.
  6. Se han apreciado también algunas diferencias biomecánicas como una mayor flexión de la rodilla en el momento de impactar en el suelo, una menor flexión de cadera y un mayor tiempo de contacto del pie en la superficie.
  7. En cinta, se ha observado un descenso de las fuerzas óseas de la tibia, por lo que puede ser beneficioso para quien sufre periostitis.
  8. En la cinta de correr hay un incremento del trabajo para equilibrar el cuerpo en el tapiz, por lo que en muchos casos puede verse incrementado y/o acentuado el braceo para conseguir ese equilibrio. Esto puede beneficiar a los corredores que utilizan poco los brazos al correr.
  9. Se observan pequeñas diferencias de pisada, como una menor presión del pie, respecto a la carrera en exterior.

Como conclusión, podemos decir que hay bastantes diferencias entre correr en cinta o al aire libre, si bien, eso no quiere decir que tengamos que renunciar a correr en cinta. Lo ideal es buscar en los entrenamientos los estímulos más parecidos posibles a los que encontraremos en competición. Está claro que no competiremos en cinta, pero sin duda puede ser de gran ayudar y podemos utilizarla de forma moderada y complementaria, por ejemplo si queremos controlar de forma precisa la velocidad de las series, si la climatología en el exterior es hostil y nos dificulta el entrenamiento, si queremos trabajar con inclinación (cuestas o desnivel) si queremos corregir una baja frecuencia de zancada o un uso de brazos deficitario. Debemos complementar el trabajo en cinta con el resto de entrenamientos, en la medida de la posible lo ideal es correr al aire libre y utilizar la cinta con moderación para no crear hábitos que modifiquen en exceso la biomecánica de carrera real.