dic21 DENSIDAD MINERAL ÓSEA Y ACTIVIDAD FÍSICA

La densidad mineral ósea (DMO) se define como la cantidad de minerales que contienen nuestros huesos y por consiguiente determina la dureza o fortaleza de los mismos y la salud ósea. Uno de los problemas más comunes es el déficit o pérdida de esta densidad mineral ósea, sobre todo a medida que envejecemos. Este déficit, es conocido con el nombre de osteoporosis y tiene como consecuencia la disminución de masa ósea y el deterioro de la microarquitectura del tejido, por tanto un aumento de la fragilidad de los huesos, algo que resulta preocupante ya que con personas de avanzada edad con recurrentes caídas puede producir graves fracturas.

 

Ahora bien, algo que nos interesa ¿de qué manera podemos prevenir y/o mejorar la pérdida de DMO?

 

Los niveles de contenido mineral óseo y densidad mineral  ósea tienen alrededor de un 70% de componente hereditario, pero los factores ambientales y el estilo de vida, como la actividad física,  forma física y nutrición (calcio y vitamina D) también repercuten de manera notoria en la composición de nuestros huesos. Se ha normalizado el uso de medicamentos para prevenir y tratar las osteoporosis, pero los beneficios que se obtienen no son definitivos. Sin embargo, ejercicio físico se ha relacionado positivamente con un mayor contenido y ganancias de mineral óseo, siempre que produzcan de manera reiterada carga mecánica en el hueso.

 

La prevención de la osteoporosis se da principalmente durante la etapa de desarrollo óseo, es decir durante la infancia y adolescencia, Conseguir una elevada masa ósea durante estas etapas determina en gran medida, la salud ósea adulta. Hay muchos estudios que confirman un mayor desarrollo de masa ósea en niños y adolescentes que realizan actividad física. Las actividades que más efectivas son aquellas que implican fuertes impactos, la propia carga corporal y  las destinadas a la mejora de la fuerza y muscular.

 

El ejercicio físico está relacionado con el desarrollo de la masa ósea debido al impacto que provoca en el hueso, lo que produce el desarrollo, mantenimiento y la dureza del mismo, además, los músculos mas grandes ejercen fuerzas mayores de tracción/tensión en los huesos en los que se insertan.

 

El aumento del estrés mecánico sobre el hueso que ofrece el entrenamiento de fuerza es un potente estimulo para la mejora y el mantenimiento de la masa ósea durante el proceso de envejecimiento. La combinación de entrenamiento aeróbico con otras formas de ejercicio que proporcionen un estimulo óseo efectivo puede tener mayores beneficios en la mejora de la masa ósea en adultos mayores. Una vez más el entrenamiento de fuerza, es la mejor medicina para prevenir y curar y por tanto uno de los programas de ejercicio más  populares para mejorar la masa ósea en personas de edad avanzada. Pero al menos debe ser un programa que contemple una frecuencia de 2 días por semana trabajando grandes grupos musculares.