feb23 El sobreentrenamiento del deportista

La mayoría de deportistas, tenemos una idea equivocada del volumen e intensidad de los entrenamientos necesarios para mejorar, olvidándonos preocupantemente de la necesidad de descansar, así, hay una tendencia generalizada a pensar que más es mejor, incluso hay quien entra en pánico cuando toca día de descanso o cuando toca bajar la intensidad, pensando que esto nos hará perder la forma, pero todo lo contrario ¿quieres saber por qué y cuáles son las consecuencias?

Para ello tenemos que distinguir 2 conceptos:

Sobrecarga funcional: es aquella que realizamos intencionadamente, fruto de un estímulo/entrenamiento que produce a las pocas horas o días un descenso del rendimiento fruto del estrés ocasionado en el organismo y que gracias al descanso y la recuperación posterior se  acaba produciendo una súper compensación y por lo tanto una mejora del rendimiento. Es decir está prevista y planeada.

Sobrecarga no funcional: este concepto aparece cuando se detecta un descenso del rendimiento que no está pronosticado o previsto y se produce cuando al prolongarse en el tiempo una incorrecta relación entre el aumento de la carga de entrenamiento del atleta y la recuperación necesaria.

Estos son los principales síntomas:

  • Sentirse cansado o tener una sensación alta de fatiga
  • Problemas para dormir
  • Desmotivación o falta de ganas de entrenar
  • Frecuencia cardíaca en reposo más alta
  • Sensación de necesitar más descanso

Ahora entendemos que para poder mejorar tras un entrenamiento, el cuerpo necesita un descanso posterior, y que si de forma prolongada, evitamos este descanso, sufrimos el riesgo de sentirnos fatigados o desmotivados pero ¿de qué manera sabemos que podemos diferenciar estas sobrecargas del sobreentrenamiento?

Podemos definir el sobreentrenamiento como un descenso del rendimiento, combinado con una fatiga persistente donde además se presenta una notable alteración del humor.

Se caracteriza y diferencia por un permanente descenso del rendimiento incluso llevando semanas o meses de recuperación, alteraciones hormonales e inmunológicas y alteraciones emocionales y psicológicas. Esto puede hacer que sea confundida con enfermedades con síntomas o características parecidos.

Las manifestaciones más específicas del sobreentramiento, y que nos pueden hacer pensar que lo estamos sufriendo, son las siguientes:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca en reposo
  • Incapacidad para conseguir la frecuencia cardíaca máxima
  • Incapacidad para mantener intensidades máximas o submáximas durante los entrenamientos o competiciones
  • Cambios de de humor, anímicos o emocionales
  • Fatiga crónica
  • Déficit y de sueño y pérdida de calidad del mismo
  • Pérdida de motivación
  • Mucha dificultad para desempeñar las tareas diarias
  • Episodios de depresión

Ahora que tenéis toda esta información acerca del sobreentrenamiento, seguro que ya no os sorprenderéis cuando os digan que un buen descanso es un buen entrenamiento.