sep21 La composición corporal: salud, rendimiento y estética

A grandes rasgos, las áreas en las que podríamos englobar la importancia en la evaluación de la composición corporal son la salud, el rendimiento y la estética.

Desde el punto de vista de la salud, hay ciertas métricas que nos permiten evaluar la conveniencia de manipular la dieta o ejercicio para su modificación. Es sabido que una alta masa grasa es un indicador independiente de un mayor riesgo de padecer ciertos cánceres y enfermedades cardiovasculares y además de estar asociado con diabetes y una menor función cognitiva entre otros. Durante la mayor crisis de la pandemia se ha visto que pacientes obesos sufren unas peores consecuencias post enfermedad. Por otro lado, se ha asociado la salud muscular con longevidad evidenciando que alrededor de los 60 años los sujetos que una pobre masa muscular viven menos años que los que tienen una masa adecuada y mucho menos que los que tiene una alta masa muscular. Es importante remarcar que estos sujetos ya llegan esa edad con esa condición muscular aunque a medida que nos hacemos mayores es más difícil mejorarla, nunca es tarde para empezar.

No convendría fijarse en valores como el índice de masa corporal (IMC) a nivel individual aunque puede ser útil a nivel epidemiológico para un mismo grupo homogéneo de población. Hay que recordar que este índice relaciona el peso con la talla y la segunda variable es una constante. Además, el típico ejemplo de porque no es conveniente individualmente es cuando se pesa a un sujeto con alta masa muscular y según el IMC sería catalogado de “sobrepeso u obesidad”.

Es obvio que hay una relación entre la composición corporal y el rendimiento deportivo sobre todo en aquellas disciplinas en los que la masa corporal es un factor clave (ciclismo, triatlón de larga distancia, maratón, combate o de peso, gimnasia...). No obstante, la masa corporal es solo un elemento más de todos los que intervienen en el rendimiento. Este afán por “pesar menos” puede ser contraproducente ya que se acostumbra a recorrer a ingerir mucha menos energía de la que el organismo demanda. Esto tiene consecuencias negativas ya que se sacrifica así el desempeño en sesiones clave o se produce una pobre recuperación de las mismas, además se pueden generar conductas peligrosas para la salud.

La parte estética es la más difícil de comprender ya que son juicios subjetivos marcados fuertemente por las creencias o presiones sociales. Aunque el culto al cuerpo data de la época de la antigua Grecia, la alimentación adecuada es un pilar básico para conseguir objetivos estéticos.

Lo más importante es ponerse en manos de un profesional para lograr cualquiera de los objetivos de manera saludable y en un tiempo óptimo.

Marc Gómez (nutricionista deportivo)