may05 ¿Qué es el FatMax?

¿Qué es el FatMax?

FatMax es un término con el que aún los atletas y deportistas de larga distancia no acostumbran a estar familiarizados, sin embargo a continuación os vamos a explicar de qué se trata y por qué es un aspecto clave y que debemos tener en cuenta si pretendemos mejorar nuestra resistencia.

Se llama FatMax al punto de máxima potencia lipídica, esto quiere decir que es el ritmo, la velocidad o las pulsaciones con las que mayor cantidad de grasa estamos utilizando como energía para una determinada actividad (aplicable a carrera, natación o ciclismo) Por norma general se establece entre el 50 y el 75% de la frecuencia cardíaca máxima, pero depende de cada persona, principalmente de su nivel de entrenamiento, ya que cuanto más entrenado se está a mayor velocidad o frecuencia cardíaca se alcanza este punto de FatMax y cuanto menos entrenado a menor velocidad  o pulsaciones se alcanza.

Este pico de máxima oxidación de grasas se obtiene a intensidades moderadas y es entrenable ¿cómo? Pues muy sencillo, primero de todo deberíamos hacernos una prueba de desfuerzo con análisis de gases para conocer la intensidad (ritmo, pulsaciones o velocidad)  a la cual conseguimos este punto y también la entrenabilidad del mismo y el potencial que tenemos para mejorarlo. Una vez disponemos de esta información, es tan simple como rodar y acumular kilómetros semanalmente a la intensidad que nos corresponde, principalmente a través de entrenamientos de larga distancia/duración y baja intensidad. Se trata de un entrenamiento muy parecido al que hacemos cuando trabajamos el umbral aeróbico por pulsaciones.

¿Qué beneficios obtenemos? Los beneficios están destinados principalmente a una mayor economía o eficiencia energética en pruebas de larga distancia, al conseguir una mayor utilización de grasas como combustible durante la actividad, conseguiremos preservar los depósitos de glucógeno durante más tiempo y no entrar en una fatiga prematura o inesperada que nos impida mantener el ritmo de competición durante toda la prueba.

Por ejemplo, en maratón la utilización de hidratos de carbono no es suficiente para abastecer de energía al maratoniano, es por eso que la grasas también contribuyen a este aporte energético, especialmente en los últimos 8-10 kilómetros cuando por norma ya se han agotado los hidratos, es por eso que conviene entrenar al atleta en zonas de máxima utilización de grasas, como estrategia para ahorrar hidratos de carbono a lo largo de carrera y tenerlos más disponibles en los últimos kilómetros y sobre todo para acostumbrar al cuerpo a imprimir una velocidad o una intensidad dada pudiendo utilizar las  grasas para esa intensidad (intentar utilizar grasas en las intensidades más altas posibles)

Ahora que disponéis de esta información os animamos a incluir este tipo de entrenamiento en vuestra planificación ¡notaréis el cambio!