Ya todos sabemos que cuando se trata del rendimiento deportivo, hay múltiples factores por los que puede verse afectado, más allá de la genética del descanso, salud social y mental, un buen entrenamiento o una buena alimentación hoy venimos a presentaros un tema que os va a sorprender.

¿alguna vez os habéis planteado si vuestra salud dental puede estar afectando a vuestro rendimiento? Esa marca para la que os estáis preparando desde hace tiempo e inexplicablemente nunca llega, esa sensación de cansancio constante durante y después de los entrenamientos… ¿no tendrán las caries algo que ver?

¿Por qué una carie puede afectar tanto?

Las caries se producen cuando las bacterias de la saliva atacan el esmalte dental produciendo erosiones en la pieza. En este hueco pueden aparecer infecciones cuyo origen es bucal pero que si no es tratado puede producirse una diseminación de las baterías por el torrente sanguíneo y afectar otros órganos, músculos, articulaciones, etc. Cuando estas bacterias se depositan en músculos o articulaciones podemos notar por ejemplo más fatiga al realizar acciones musculares ya que la acción de contracción y relajación nos resulta más exigente y cansada.  Podemos notar como consecuencia calambres, dolores en los músculos y en las articulaciones y más dificultad para recuperarnos durante y después de los entrenamientos. Por supuesto al tratarse de una infección podemos padecer síntomas como debilidad física, cefalea e incluso fiebre. Todos estos problemas asociados a las caries también pueden estar causados por alguna infección de origen gingival.

¿Son los deportistas más propensos a sufrir problemas dentales?

Rotundamente sí. Es por ello que debemos tener más cuidado que el resto de la población.

Somos más propensos por varias razones:

• La tensión y el estrés durante una actividad deportiva nos hace apretar fuerte los dientes con el consiguiente desgaste de los mismos y dolores de cabeza, cuello e incluso espalda. Un fenómeno llamado bruxismo.
• Una mayor ingesta de hidratos de carbono e isotónicos, para favorecer el rendimiento y la recuperación que la actividad física nos requiere, y una mayor deshidratación que el resto de personas produce una mayor probabilidad de sufrir caries y un mayor desgaste dental.
• En algunas actividades deportivas, sobre todo si son de contacto, podemos sufrir  golpes y por tanto un riesgo de rotura, fractura o pérdida dental, así como afectaciones a la articulación de la mandíbula.

Como ya sabéis lo primero de todo es prevenir, por tanto aconsejamos acudir al dentista, así como acudimos al fisio, para hacer revisiones periódicas que nos aseguren tener una buena higiene buco-dental y para tratar esas caries que vamos dejando pasar. Queremos la mejor y más grande de vuestra sonrisas en el entrenamiento y la competión.